25 de octubre de 2008

Asumir seriamente la política urbana

En 1994 en una reunión de la OCDE sobre ciudades y desarrollo nacional en Australia, Kenichi Ohmae, economista y prospectivista japonés, dijo que el futuro del mundo sería determinado por cuatro C’s: capital, comunicaciones, concentración y ciudades. Visión optimista y no necesariamente desatinada, siempre que la C de capital se asocie a la economía real y no a la especulación, en cuyo caso habría que cambiarla por la C de crisis. En la misma reunión, Michael Cohen de The New School de Nueva York, replicó que el futuro sería dominado por cuatro P´s: población, pobreza, participación y política. Consideraba Cohen que Ohmae apostaba sólo positivamente a la globalización económica. Pero los últimos años nos ha dejado ver dramas humanos que han contrastado con la visión optimista del japonés.

Recientemente en Nairobi, discutiendo con cerca de cincuenta expertos, Cohen incluido, convocados por la Agencia de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, UN-Hábitat, sobre los desafíos futuros de la ciudad, coincidimos en cinco retos (en inglés las cinco S’s): escasez, escala, seguridad, sostenibilidad y ciencia. Con voluntad, estos cinco retos pueden perfectamente guiar una política urbana en Colombia:

Escasez: En medio de altos niveles de inequidad, las ciudades colombianas deben enfrentar la escasez de alimentos para los más pobres (programas pioneros como Bogotá sin Hambre deberían ser multiplicados en otras ciudades), escasez de agua, escasez de suelo y de vivienda. Y la crisis económica en ciernes agravará la cuestión. Una política de ciudades debería privilegiar a los pobres urbanos frente a estos problemas.

Escala. Con el aumento de los hogares urbanos, los problemas de las ciudades tiendan a aumentar en escala: menor movilidad, menos suelo, más pobreza urbana, más delincuencia común, etc. Problemas a escala, requieren soluciones a escala. Una política de equilibrio urbano regional puede ayudar en mucho a abordar integralmente este reto.

Seguridad: La seguridad democrática avanzó en controlar el territorio rural, enfrentar guerrillas y paramilitares y disminuir el secuestro. No avanzó en la seguridad urbana. Es momento de desarrollar una verdadera política de seguridad urbana que de una vez por todas asuma los retos de la criminalidad y consolide la convivencia en las ciudades.

Sostenibilidad: Se requieren nuevas formas y modelos de ciudad que resulten más eficientes en el uso de energía y el consumo de recursos naturales, y generen menos problemas ambientales para sus ciudadanos. Son insuficientes los logros en el manejo apropiado del medio ambiente urbano y por ello son grandes los retos para recibir mejor a las futuras generaciones urbanas.

Ciencia: No es posible asumir estos retos convenientemente sin invertir tiempos, esfuerzos y recursos en investigación científica sobre los problemas urbanos colombianos. Acostumbrados como estamos a “apagar incendios”, tendremos que construir una mayor conciencia en investigadores como en financiadores públicos y privados para asumir el la investigación completa de problemas y conflictividades urbanas en Colombia. Sin esto no es posible anticipar crisis alguna, ni tomar mejores decisiones.

Publicado El Nuevo Siglo 27-10-2008
Publicado www.lapalabradigital.com
Publicado www.palabranet.net

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