25 de febrero de 2009

Prepararse para lo difícil

Desear lo mejor, prepararse para lo peor. Ese buen consejo han dado siempre las abuelas. Cuando se trata de una ciudad que enfrenta un cierto riesgo sísmico, más que un buen consejo, se trata de un acto de responsabilidad. Así lo reconocieron expertos reunidos la semana pasada en el Seminario Internacional “Pensando la recuperación de Bogotá después de un terremoto”, convocado por la Dirección de Emergencias y por el PNUD.

Desde la administración distrital anterior, la Dirección de Emergencias de Bogotá comenzó a concebir la necesidad de concientizar la ciudadanía, los actores privados y a los mismos actores públicos, sobre la importancia de tomar el riesgo sísmico en serio. Gracias a la campaña “Con los pies en la tierra” el tema ha comenzado a calar en el imaginario colectivo y los bogotanos de hoy conocen mejor cómo comportarse cuando ocurra un sismo.

La pregunta de fondo del seminario ha sido ¿Cómo recuperarse de los efectos de un eventual sismo de gran magnitud? La primera dificultad reside en que, dado que las generaciones recientes no han sentido sismos fuertes, no es fácil introducir la idea de “un gran sismo”, además con el cuidado y la responsabilidad suficiente para no crear pánicos. La reacción común sería pensar que un terremoto, cuya probabilidad de ocurrencia es de uno en doscientos años, no tendría por qué volverse una preocupación principal para los bogotanos. Sin embargo, la paradoja está en que prepararse responsablemente para enfrentar una situación de contingencia grave, aún lejana en el tiempo, significa, analizar mejor las vulnerabilidades estructurales de la ciudad y trabajar en su disminución, sin apasionamientos ni demagogias.

“Quien no es bailarín de ballet antes de un desastre, difícilmente puede aspirar a que el proceso de recuperación post-desastre lo vuelva bailarín”, dijo uno de los expositores. Dicho de otra manera, las vulnerabilidades sociales, económicas e institucionales que hoy tiene Bogotá, serán los obstáculos para una buena recuperación posterior a un desastre.

Formular un plan recuperación para un sismo de gran magnitud que puede ocurrir en las próximas horas (y toquemos madera!) o en 200 años, es, además de un acto de responsabilidad, un caso poco frecuente y que a muchas ciudades que han enfrentado terremotos o que tienen riesgo sísmico alto, les hubiera o les podría resultar muy útil.

Dentro de este debate ha aparecido la discusión sobre el mito de la buena capacidad institucional de Bogotá. No ha faltado la voz que sostiene que la actual estructura institucional de la capital estaría preparada para cualquier tipo de desastre. Sin entrar a polemizar por ahora, lo responsable hacia adelante será evaluar la vulnerabilidad institucional de Bogotá en términos de su real capacidad para hacer frente a un proceso robusto de recuperación postdesastre. Por si las dudas, que se mire la capacidad institucional actual para responder a desastres del momento como el de la movilidad o como el del control de vivienda ilegal…

Publicado El Nuevo Siglo 23-02-2009
Publicado www.lapalabradigital.com

14 de febrero de 2009

América para los brasileros

Durante mucho tiempo funcionó en imaginarios y realidad la doctrina Monroe de “América para los americanos”. Pronunciada en 1823 para respaldar la independencia de las ex colonias europeas en las Américas, luego sustentó muchas intervenciones norteamericanas en países del continente. Bajo esta fórmula, con variantes y matices, funcionaron durante mucho tiempo las relaciones América Latina-Estados Unidos. Sin embargo, la evidencia muestra que el liderazgo norteamericano en la región no ha logrado inducir el desarrollo social y económico que debería, si se le compara con Europa, donde el liderazgo político de los países grandes (Francia, Alemania, Inglaterra), ha inducido, gracias al invento de la Unión Europea, el despegue económico y el mejoramiento de la calidad de vida en los demás países de la unión.

Sería de actualidad la frase atribuida a Fernando Henrique Cardoso, el ex presidente brasilero, según la cual Latinoamérica ya no necesita de los Estados Unidos. Merecería análisis profundo una nueva fórmula para la articulación entre Estados Unidos y Latinoamérica, insertada en una visión multipolar del mundo, por lo demás muy cercana a la visión de los Demócratas. Es en este escenario que el liderazgo brasilero podría tener un papel preponderante, a condición de insertarse en una perspectiva real y demostrable de solidaridad e impulso del desarrollo social y económico de la región.

Brasil se ha dotado de una diplomacia a la altura de sus ambiciones y posibilidades. Itamaratí ha trazado de tiempo atrás una hoja de ruta para desarrollar una visión brasilera del mundo y esta ha orientado su diplomacia. Han desarrollado una política exterior seria (a diferencia de Colombia que sigue viendo su política exterior como un asunto ligado a la coyuntura interna y su diplomacia como un ámbito para que el presidente de turno pague favores políticos).

Recientemente Brasil ha decidido, en cooperación con Francia, dotarse de una mayor capacidad militar, con cuatro nuevos submarinos más otro submarino nuclear, con el compromiso francés de una transferencia tecnológica. Esto se suma al impulso voluntarista que Brasil ha dado desde tiempo atrás a su capacidad científica y tecnológica, porque en efecto no hay posibilidad de avance económico, en competitividad y en liderazgo sin capacidad propia de innovación científica y tecnológica.

Uribe visita a Lula esta semana. Se trata, según se infiere de anuncios oficiales, de una visita coyuntural para agradecer la participación brasilera en las recientes liberaciones de las FARC. Ojalá el presidente Uribe, más allá de involucrar el nombre de Brasil y el del presidente Lula en su estrategia de comunicación interna contra las FARC, buscara aprender de la diplomacia brasilera y desarrollar un nuevo y fuerte tropismo hacia este nuevo liderazgo suramericano, sustentado en una sólida alianza comercial, científica, tecnológica y en seguridad y defensa, como en cooperación para el desarrollo. Por supuesto, habrá que confiar y vigilar que Brasil también contribuya a disuadir las veleidades de los regímenes reeleccionistas que se instalan en las democracias andinas.

Publicado El Nuevo Siglo 16-02-2009
Publicado www.lapalabradigital.com
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7 de febrero de 2009

Lecciones geopolíticas de Gaza

Acabamos de presenciar un capítulo más del conflicto Israelo-Palestino, y no precisamente el último de ellos. Mientras tanto, conviene analizar algunos puntos del último episodio de diciembre y enero y para ello la óptica del analista geopolítico de Le Figaro, Pierre Rousellin, ofrece algunos elementos:

1) Después de la arremetida israelita, Hamas sobrevivió y conserva el control de la Banda de Gaza. Sufrió fuertes pérdidas militares pero habrá que esperar la responsabilidad que la población le atribuirá por las víctimas civiles y las destrucciones de la guerra;

2) Hamas no se mostró como un movimiento de resistencia pues no combatió suficientemente a los israelitas en su territorio urbano. La Autoridad Palestina podría aprovechar esto para recuperar total o parcialmente el poder político perdido frente a Hamas en la franja de Gaza.

3) En el mundo árabe las manifestaciones de respaldo a Hamas fueron menores que las que surgieron en 2006 cuando la guerra entre Israel y el Hezbolá libanés.

4) El ejército israelita, que había fracasado en el 2006 en el Líbano, quiso mostrar que ni víctimas civiles ni presión internacional lo detienen frente a su contrincante, y aspira a que esto haya aumentado su fuerza de disuasión.

5) La destrucción de Gaza y su reconstrucción son un nuevo campo de confrontación. ¿Cómo hará la ayuda europea para actuar sin pasar por Hamas? ¿Será la oportunidad para que la Autoridad Palestina recupere el terreno perdido en Gaza?

Varias lecciones quedan de esta perspectiva y algunas incluso inspiran reflexiones sobre nuestro conflicto:

- Las pérdidas materiales y humanas del contrario, no determinan por sí solas su derrota militar. Por estos lares debe revisarse la conveniencia del “body account” como el medidor del avance sobre la guerrilla.

- Que el adversario decida no combatir o se retire hacia su retaguardia, podría ser aprovechado políticamente para copar su espacio.

- El terreno internacional seguirá siendo una arena privilegiada de la confrontación y ello requiere una estrategia efectiva.

- La fuerza de disuasión sigue siendo el arma privilegiada de la confrontación. Pero para disminuir las víctimas de la guerra, hay que trabajar mucho para demostrar que la disuasión política puede reemplazar paulatinamente a la disuasión militar.

- El período de postconfrontación resulta fundamental para recuperar el espacio político del adversario. Se debe pensar, para estas latitudes, que es necesario medir los resultados del proceso de consolidación que el gobierno nacional ha planteado para los territorios en los que disminuyó la acción de la guerrilla.

Finalmente, para el caso Israel-palestino, si el impulso bélico en período preelectoral pudo haber buscado la consolidación en la opinión de candidatos que hoy están en el gobierno israelí (Tzipi Livni y Ehoud Barak), los sondeos recientes mostrarían que el efecto obtenido fue el contrario: favorecer a los candidatos de la derecha Bejamin Netanyahou y Avigdor Lieberman. Que reflexionen los candidatos presidenciales criollos si la actitud bélica la que los catapultará durablemente en los sondeos.

Publicado El Nuevo Siglo 09-02-2009
Publicado www.lapalabradigital.com

3 de febrero de 2009

¿Divorcio saludable?

Dussan y Petro se han referido a las posibilidades de ruptura del PDA. En vísperas del congreso nacional de ese partido, y dado que el Polo es una suma de visiones distintas y distantes sobre la sociedad, la economía, la seguridad, las FARC, la forma de gobernar y la política, aumentan por esta época las llamadas y transacciones políticas para determinar quién se queda con el partido y en qué condiciones.

Los clivajes políticos al interior del PDA separan a los miembros de manera diferente según los temas. Es factible encontrar que los amigos de ayer son los enemigos de hoy, o que los que sostienen posiciones distintas frente las FARC, pueden converger en la posición política para las próximas elecciones. Tal vez el clivaje más importante tiene que ver con la forma de hacer política: unos orientados al corporatismo orgánico sustentado en bases ideológicas radicales, otros al pragmatismo de la política de favores y un tercer grupo a la democracia de opinión. Adicionalmente, los grandes elefantes del partido llegan con agendas y afanes diferentes. A unos interesa la candidatura de 2010, a otros la de 2014, otros calculan que en 2010 no haya candidato fuerte o alianza con otros partidos. Las negociaciones internas del momento acercan y enfrentan esta diversidad de posiciones.

Antes del Polo Alternativo, existía el Polo Independiente, el cual resultó diluido en el primero, bajo la idea de “unir todas las izquierdas”. Pero este matrimonio no fue precisamente una luna de miel para todos. Más fue un matrimonio a la antigua, por conveniencia. Y en la actualidad no hay matrimonio por conveniencia que funcione bien. Muestra de ello son las posiciones de Petro y Dussan.

Hasta ahora, los comportamientos centrífugos fueron disuadidos con la espada de Damocles que era la acusación de “divisionista”. Pero algunos elefantes ya comprendieron que eso no le interesa al país y han superado el miedo a ser “divisionistas”. También se dieron cuenta, cuando Lucho Garzón ganó la alcaldía de Bogotá, que en muchos temas (FARC, economía, libertades societales) hay más convergencias con sectores liberales, conservadores, visionarios, fajardistas, que con los mismos compañeros de alcoba.

El momento es para analizar si un divorcio es lo más saludable para todo el mundo, incluso para el país, que debería ya salir de la bipolarización uribe-oposición terrorista, a la que fue llevada la opinión pública en los últimos años. Al país le conviene un mundo político multipolar, con más alternativas y posibilidades. Por ello, como ocurrió en el uribismo, muchos en el Polo deberían considerar la conveniencia de un divorcio que deje al país saber con claridad quién es quién y qué piensa cada quién frente a los temas importantes de la agenda nacional. Con seguridad no será un “divorcio express” y se necesitará un ejercicio complejo de repartición de bienes…Vamos a ver si algún abogado de familia se le mide.

Publicado El Nuevo Siglo 02-02-2009