Se ha puesto sobre la mesa el debate de la movilidad en Bogotá. Se han hecho sesudos análisis sobre Transmilenio, el metro y las vías, desde una lógica de planeación del transporte. Si los problemas de movilidad generan incomodidad, es porque hacen perder el tiempo que podría dedicarse a otras actividades generadoras de calidad de vida: tiempo para reposo o esparcimiento, tiempo para aprender o para los hijos.
En otros países, el debate de la movilidad es sólo una arista del problema de gestión del tiempo en la ciudad, que en Bogotá no se ha abordado. Ciudades europeas vienen desarrollando políticas temporales desde los ochenta, para impulsar el uso óptimo y la coordinación de los tiempos de la vida cotidiana. Algunos puntos de las políticas públicas temporales pueden inspirar reflexiones sobre la solución para Bogotá:
1. Desarrollar el transporte en común. Por supuesto que un sistema integral de transporte público para Bogotá seguirá siendo un tema central: Un metro estructurador, una red de transmilenios, aerobús, cable, tranvía o colectivos para ciertos sitios y todo integrado y accesible con un tiquete único.
2. Incentivar los desplazamientos en servicio público o en bicicleta. Viajar en Transmilenio, a pie o en bicicleta puede ahorrar tiempo, sabiendo que ir en auto particular implica además tiempo para buscar parqueadero.
3. Acercar los servicios y oficinas públicas al ciudadano. La descentralización administrativa y los esquemas de “ventanilla única” tienen incidencia fuerte en la disminución de desplazamientos. Lo mismo se puede decir de un ordenamiento territorial escolar que prevea la cercanía de guarderías y colegios a la demanda.
4. Extender horarios de manera sistemática. Las extensiones de horarios de servicios públicos y comerciales, como lo practican algunos bancos, o las jornadas de comercio abierto hasta tarde ya han probado ser útiles y pueden ser desarrolladas de manera permanente buscando disminuir las concentraciones en horas pico. Está que el mecanismo también sirve para redinamizar zonas de la ciudad en horarios “muertos” y de paso contribuir en la percepción de seguridad.
5. Flexibilizar horarios de trabajo. En Finlandia algunos servicios públicos adoptaron un horario de 6+6 en lugar de 8 horas con varios propósitos: extender horarios de atención al ciudadano, permitir cargas horarias más flexibles a empleados con hijos pequeños y generar nuevos empleos. Cabría incluso analizar un pico y placa para algunos empleados, aprovechando el teletrabajo. El efecto sería la disminución y reorganización de los desplazamientos en la ciudad.
Pensar la solución de movilidad sólo en términos de vías y parque automotor siempre podrá verse superado por las implicaciones de crecimiento demográfico y económico de Bogotá. Es necesaria una nueva perspectiva para abordar los problemas de movilidad: la de una política temporal que busque una gestión apropiada de los tiempos cotidianos. Tal vez algún candidato con visión pueda compartir que el futuro de la ciudad se puede jugar en el trabajo de una nueva Secretaría Distrital del Tiempo.
Publicado El Nuevo Siglo 30-07-2007
Publicado www.lapalabradigital.com
En otros países, el debate de la movilidad es sólo una arista del problema de gestión del tiempo en la ciudad, que en Bogotá no se ha abordado. Ciudades europeas vienen desarrollando políticas temporales desde los ochenta, para impulsar el uso óptimo y la coordinación de los tiempos de la vida cotidiana. Algunos puntos de las políticas públicas temporales pueden inspirar reflexiones sobre la solución para Bogotá:
1. Desarrollar el transporte en común. Por supuesto que un sistema integral de transporte público para Bogotá seguirá siendo un tema central: Un metro estructurador, una red de transmilenios, aerobús, cable, tranvía o colectivos para ciertos sitios y todo integrado y accesible con un tiquete único.
2. Incentivar los desplazamientos en servicio público o en bicicleta. Viajar en Transmilenio, a pie o en bicicleta puede ahorrar tiempo, sabiendo que ir en auto particular implica además tiempo para buscar parqueadero.
3. Acercar los servicios y oficinas públicas al ciudadano. La descentralización administrativa y los esquemas de “ventanilla única” tienen incidencia fuerte en la disminución de desplazamientos. Lo mismo se puede decir de un ordenamiento territorial escolar que prevea la cercanía de guarderías y colegios a la demanda.
4. Extender horarios de manera sistemática. Las extensiones de horarios de servicios públicos y comerciales, como lo practican algunos bancos, o las jornadas de comercio abierto hasta tarde ya han probado ser útiles y pueden ser desarrolladas de manera permanente buscando disminuir las concentraciones en horas pico. Está que el mecanismo también sirve para redinamizar zonas de la ciudad en horarios “muertos” y de paso contribuir en la percepción de seguridad.
5. Flexibilizar horarios de trabajo. En Finlandia algunos servicios públicos adoptaron un horario de 6+6 en lugar de 8 horas con varios propósitos: extender horarios de atención al ciudadano, permitir cargas horarias más flexibles a empleados con hijos pequeños y generar nuevos empleos. Cabría incluso analizar un pico y placa para algunos empleados, aprovechando el teletrabajo. El efecto sería la disminución y reorganización de los desplazamientos en la ciudad.
Pensar la solución de movilidad sólo en términos de vías y parque automotor siempre podrá verse superado por las implicaciones de crecimiento demográfico y económico de Bogotá. Es necesaria una nueva perspectiva para abordar los problemas de movilidad: la de una política temporal que busque una gestión apropiada de los tiempos cotidianos. Tal vez algún candidato con visión pueda compartir que el futuro de la ciudad se puede jugar en el trabajo de una nueva Secretaría Distrital del Tiempo.
Publicado El Nuevo Siglo 30-07-2007
Publicado www.lapalabradigital.com
3 comentarios:
Estoy de acuerdo con su planteamiento. Se deben analizar los ritmos de la ciudad, y presentar propuestas integradas entre los establecimientos comerciales, las entidades del estado y el transporte, de tal forma que haya una fluidez de las diferentes actividades en la ciudad. Así mismo, la tecnología y en este caso el Internet pueden ayudar a disminuir los tiempos de desplazamiento innecesarios para realzar gestiones, pagos, consultas. Por ejemplo: el DAS debería habilitar los certificado vía web, así mismo, el certificado de procuraduría, contraloría, contaduría, etc. Las consultas y solitudes de información a las entidades pueden estar disponibles vía Web. En esto se requiere avanzar más.
Gracias Elkin por compartir sus aportes como ciudadano. A mi parecer, tiene usted toda la razón respecto al tema que esta tocando, la movilidad es definitivamente una cuestión que va más alla del ya por si complicado tema de alternativas distintas (de parque automotor, vías y otros)para brindar movilidad. Se trata definitivamente de una cuestión que incluye los tiempos de la vida cotidiana de los ciudadanos, yo pienso que debería pensarse en terminos de las dinamicas territoriales que tienen (ó tenemos)los millones de ciudadanos engranados, intentando engranarse e incluso aquellos muchos perifericos, de un sistema productivo, compuesto por infinidades de formas de reproduccion de la cotidianeidad de la sobrevivencia; recordemos por ejemplo cuantos y cuantas ciudadanxs no podrian simplificar sus desplazamientos pues su sobrevivencia y la de sus familias depende del moverse y rotar por la ciudad. Ejemplo de ello: empleado de plantas industriales, ubicadas en el centro y norte de la ciudad mientras sus viviendas estan al sur... bueno y así como este una cantidad inmensa de ejemplos, ritmos y trayectorias territoriales que se repiten a diario durante casi todos los días de la semana.
Es un tema bien complejo. Ahora la pregunta ¿alguno de los candidatos responde al menos a la reflexión de la complejidad del problema?
El Ordenamiento del Tiempo y de la ciudad tiene ciclos recurrentes, el jardín infantil y el colegio de barrio que debieran ayudar a cortos desplazamientos muy inmediatos al hogar, se convirtieron en extenuantes paseos para salir, si es economicamente posible, a la periferia urbana para ser parte de una elite educativa; las universidades ya están buscando nuevas ubicaciones y poco o nada se esta haciendo para controlar este desorden y lejana ubicación que implica costos de tiempo y vías cada vez más lejanas; incluso es irónico observar a los fieles de diferentes congregaciones que en sus días de culto se desplazan buenas distancias para asistir a sus ceremonias en lugares con mayor prestancia que lugares muy inmediatos a su residencia. Y en medio de la Inseguridad es a veces hasta tragicómico observar como el automovil es sacado 2 cuadras para estacionarse frente a la Iglesia y su cuidado es una preocupación mayor que la del culto.
Se debe descentralizar actividades, suplir movimientos inutiles y mejora la Calidad de Vida del hábitat inmediato al lugar de alojamiento para que se consoliden los "lugares de residencia" y no de dormitorio
Publicar un comentario