Cuando fundó Scotland Yard en 1828, Sir Robert Peel propuso que un policía debería ser nada distinto a un ciudadano dedicado las 24 horas del día a las tareas básicas del ciudadano: velar porque los demás miembros de la comunidad pudieran gozar de la mayor tranquilidad posible. Se puede ir más allá y plantear que en las ciudades la Policía debe también considerarse como un actor del desarrollo social urbano. Esto es lo que plantea la Plataforma de Policía para el Desarrollo Urbano que acaba de lanzarse en Barcelona por parte de Naciones Unidas Hábitat, el Instituto de la Seguridad del Gobierno de Cataluña y la Policía Nacional Sueca.
La plataforma PPDU quiere servir de espacio de intercambio y articulación entre las policías y los responsables del desarrollo económico y social en las ciudades del mundo. También pretende desarrollar una doctrina complementaria para facilitar la articulación de las policías en las políticas urbanas, más allá de las políticas de seguridad urbana, y al mismo tiempo la incorporación de criterios policiales y de prevención del delito en el diseño urbano, en la gobernanza de la ciudad y en el desarrollo social y económico.
Muchas sociedades urbanas siguen contemplando la seguridad y la convivencia como uno de los mayores problemas, al lado del problema socioeconómico. Pero también en muchas ciudades del mundo las políticas de seguridad urbana siguen siendo un asunto tradicional de policía, en el cual poco o nada participan los gobiernos locales. Algunos mandatarios locales han incorporado el discurso, pero en realidad no inciden en la política de seguridad.
Algunos líderes del tema en el mundo planteaban desde hace rato la necesidad de esta plataforma para intercambiar ideas y experiencias entre ciudades, para desarrollar nuevas herramientas de aplicación y para construir un espacio de intercambio entre dos mundos y dos visiones tradicionalmente antagónicos.
Experiencias de ciudades como Barcelona y Medellín, la primera planeada, la segunda empírica en la comuna nororiental, muestran que es posible obtener resultados cuando la planeación integral urbana incorpora el tema de policía. Experiencias de Torino en Italia y de Kuwait también dejan entender que el manejo del espacio público es una gran oportunidad para la articulación de policía con actores sociales, en la primera, como para el trabajo de seguridad y convivencia en la ciudad multicultural. Incluso ciudades con problemas de violencia críticos como Rio de Janeiro en algunas de sus favelas o como Abuja en Nigeria, están demostrando en trabajos piloto que cuando la policía tiene el reflejo de acercarse a los actores del desarrollo social y económico, los resultados obtenidos en seguridad pueden tener un carácter más sostenible. Para Colombia, el programa Departamentos y Municipios Seguros de la Policía Nacional pudiera dar un salto en el sentido que plantea esta plataforma y dar mayor iniciativa a los actores del desarrollo económico y social municipal.
Publicado El Nuevo Siglo 09-11-2009
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