Al parecer, los quíntuples difícilmente irían más allá de su interesante encuentro ante los medios. Según www.lasillavacia.com “Sergio Fajardo no está dispuesto a jugársela por ningún candidato distinto a él”. Si, ante la negativa de Fajardo a medirse con los demás quíntuples, la iniciativa no pasara de la foto, ¿cuáles serían las enseñanzas e impactos del episodio de los quíntuples?
Es repetido decir que Colombia necesita un centro político. Este espacio del espectro político ha sido representado por personas, más que por movimientos o partidos. Los integrantes de los quíntuples son una muestra más de ello. Y esta no es la primera tentativa de agrupamiento de centro político. En el pasado existió la APC-Alternativa Política Colectiva-, que, liderada por Hernando Gómez Buendía, agrupó a varios líderes independientes. De ese intento quedó el interesante documento Agenda Por Colombia. El Partido Liberal y el Polo Democrático también se han disputado el espacio y los líderes de centro. El Partido Liberal, que cuenta con Rafael Pardo, tiene dificultades para atraer otros talantes de centro político. Las formas tradicionales de hacer política imperantes en las regiones generan esta aversión. Lo mismo puede decirse del Polo Democrático Alternativo. Este partido tuvo la oportunidad de construir una especie de Partido Demócrata, cuando nació de una alianza entre la izquierda ortodoxa, la izquierda moderada y muchos líderes de centro político. Sin embargo, como el dios Cronos, el Polo se encargó de devorar a sus hijos de centro político. Y se sabe en qué situación se encuentra actualmente.
Del partido de la U tuvieron que salir personas del centro político como Marta Lucía Ramírez y Gina Parody. En el conservatismo siempre ha existido una “tendencia humanista” representada por Juan Camilo Restrepo, Juan Gabriel Uribe, Juan Manuel Ospina y otros, muchos de ellos “hijos” del belisarismo. Y se han dado también multiplicidad de movimientos ciudadanos urbanos que encarnan el centro político: Compromiso Ciudadano, Visionarios, Por la Bogotá que queremos, Por una sola Cartagena, Podemos Cali, etc.
Todo muestra, incluido el episodio de los quíntuples, lo pertinente, cierto y necesario de las visiones de centro político para Colombia y la sensibilidad de la opinión pública a ello. También muestra la dificultad, frente a la mecánica y a los tiempos electorales, de una articulación efectiva, si bien no faltará quienes lo intenten de nuevo en el futuro.
La enseñanza de los quíntuples es que, a pesar de la dificultad del agrupamiento, se puede tener gran impacto en la construcción de imaginarios sobre las buenas formas de hacer política. Si ello es así, un importante impacto de los quíntuples será que cada uno de ellos pueda pasar a incidir en múltiples partidos y espacios políticos, para aumentar los umbrales de transparencia y la seriedad y responsabilidad en la elaboración de políticas públicas y propuestas. Y pasaríamos de los quíntuples a los múltiples.
Publicado El Nuevo Siglo 03-08-2009
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