26 de enero de 2008

La marcha en la coyuntura

El 4 de febrero muchos colombianos marcharán por motivos distintos. Unos contra la violencia y el secuestro. Unos a favor de Uribe, otros en contra. Unos por el acuerdo humanitario y el despeje de Florida y Pradera, otros en contra. No faltará quien marche contra Chávez. Pero existirá un mínimo común denominador: todos de manera explícita o implícita lo harán en contra de las FARC. Y eso, como dice Rafael Pardo, significa mucho, porque las FARC son el problema mayor de la Colombia de hoy.

Ya muchos sectores han anunciado que marcharán, incluidos importantes sindicatos. Y la mayor derrota política para las FARC en la opinión colombiana sería que el Polo Democrático con sus directivas a la cabeza saliera todo a la marcha. Es lo mínimo para acompañar a una sociedad que rechaza a las FARC. No cabe la ambigüedad de “no estar a favor ni en contra” de esta guerrilla. De la misma forma que en España marchan izquierda, centro y derecha cuando se trata de rechazar las acciones de ETA, en Colombia esta es la oportunidad para que no quede duda de que todos rechazan a las FARC.

¿Qué significará la marcha en la coyuntura actual? Primero que todo, lo obvio es que se consolidará el rechazo nacional a las FARC. Y esto afectará en algo a Chávez. Pero Chávez y las FARC reaccionarán, presumiblemente con nuevas liberaciones de secuestrados, que harán que muchos de los que marcharon vuelvan a verlos “humanitarios”. No reequilibrarán la balanza pero recuperarán terreno perdido. Y como Chávez es de ideas fijas y de largo aliento, insistirá en su respaldo político a las FARC y enviará algún otro mensaje subliminal del tipo militarización de la frontera. La pregunta es si Chávez modificará en algo su respaldo a las FARC después de la marcha del 4 de febrero, precedido del respaldo del gobierno socialista español a Colombia. No es fácil y tal vez en el corto plazo no haya que hacerse muchas ilusiones.

Del lado interno, Uribe tomó un aire y logro un propósito coyuntural de mostrar a Europa acompañándolo y rechazando a las FARC. La marcha dará continuidad a esta recuperación de la iniciativa mediática. Pero su reto más importante es tomar la iniciativa en torno al acuerdo humanitario y de manera durable. Hay que pensar incluso en “fugas hacia adelante”, como liderar finalmente el tema de Florida y Pradera para hacer el acuerdo humanitario. La burbuja de nacionalismo y de los puntos adicionales en la imagen del presidente pueden ser pasajeros, pues siguen vivos en la agenda interna la parapolítica y el tema del primo del presidente.

NO QUISIERA PENSAR que alguno pretenden que la marcha del 4 sirva al propósito de olvidar la dañina parapolítica y los horrores de los paramilitares que se siguen conociendo día a día.

Publicado El Nuevo Siglo 28-01-2008
Publicado
www.lapalabradigital.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En el orden de la importancia nacional, no entiendo que tiene que ver el primo del presidente con el rechazo a los terroristas de las farc e.p. Indudablemente no hay que perder de vista la parapolitica y menos los paramilitares. Ojalá que los colombianos logren verdaderamente dimensionar y asimilar este otro mal, lo mismo que el narcotrafico, males que aquejan nuestra dolida patria

Anónimo dijo...

Considero que la pretension del articulo busca el equilibrio y la mesura, pues en estas circustancias la mayoria de la gente quiere condena total y rotunda hacia las FARC al precio de aceptar el fenomeno paramilitar como un mal necesario. Sin embargo, usted hace enfasis en que el mayor problema actual del pais son las FARC,y olvida que por su naturaleza querrillera estan al margen de la ley, y se definen como un movimiento en contra del establecimiento, en cambio ve como menos grave el paramilitarismo que en vez de estar al margen de la ley, poco a poco se ha venido legalizando mediante el proceso de la supuesta paz que ha adelantado el gobierno de Uribe con dicho grupo, el cual descuartizaba y aplicaba motocierras para aquellos que no colaboraban con sus actos criminales. En conclusion, creer que es mayor problema combatir la criminalidad por fuera del establecimiento que combatir la criminalidad que surgio al interior de el, es el reflejo de la carencia de analisis de la opinion publica del pais, que en ultimas ayuda a fottalecer a un presidente con lios mayores escandalos de la historia del pais, porque ojo, acabadas las FARC, cuales serian las propuestas del gobierno Uribe para seguir gobernando. Me temo que el comportamiento de la sociedad colombiana lleve en ultimas a legitimar la practica criminal del paramilitarismo, y con ello la condena del terrorismo antiestatal sea el precio de validar el terrorismo de Estado.