Clara Rojas y Consuelo González fueron liberadas por sus secuestradores después de pasar una parte de su vida en triste cautiverio. El fiasco de la liberación de diciembre puso a dudar a más de uno sobre las posibilidades de liberación. Pero Chávez necesitaba un desagravio por parte de la guerrilla y ello permitió que con discreción y sin mayor participación de la comunidad internacional, esta vez la guerrilla cumpliera.
Las imágenes de la liberación fueron de nudo en la garganta para los colombianos. Y no es para menos, pues el grueso de la opinión pública se mueve por sentimientos y no por cálculos, y la búsqueda de la libertad, afortunadamente, sigue despertando la solidaridad de todos.
Los actores principales de la liberación, sin embargo, siguen en un juego de ajedrez político. La última partida la había ganado Uribe con un jaque mate maestro. El buen funcionamiento del ICBF y de la Defensoría del Pueblo, paradójicamente dos entidades del Estado que las FARC combate hace cuarenta años, permitió que el niño pasara de manos de los captores a manos institucionales para recibir la atención y los cuidados necesarios. Y las FARC, que esperaban un show mediático sin precedentes con la entrega del niño, le quedaron mal a Chávez y a la opinión pública internacional. El golpe fue cobrado por el gobierno nacional como propio.
Pero ante la amenaza de perder a uno de sus más importantes aliados, las FARC repuntaron y procedieron a la liberación de Clara y Consuelo. Punto para Chávez. Mediáticamente fue menos de lo esperado por Chávez y las FARC, pero no desaprovecharon de todas formas para construir imaginarios. Los miembros de las FARC se pusieron los camuflados nuevos para la cita y la magia de la cámara también hizo que la guerrilla despidiera de beso a las que hasta ese momento mantenían en cautiverio. Chávez no desaprovechó el repechaje. Vistió la recepción de las liberadas con protocolo diplomático y, con bandera colombiana incluida en el decorado, hasta cantó el himno de Colombia. Y no faltó el niño cargado en brazos.
Chávez, ciclotímico por naturaleza, esta vez envió un mensaje de cercanía y solidaridad, que luego fue correspondido por el agradecimiento manifestado por Uribe. ¿Qué sigue? Movidas por Chávez y Piedad, las FARC han iniciado un proceso de liberaciones. Se podrían dar sucesivas liberaciones con las que las FARC buscarían verse “humanitarias” ante la opinión pública. Seguramente buscarán esto. Mientras Uribe siga en tono de estadista (puede cambiar en cualquier momento) podrá ver los beneficios de mediano plazo que significa que los secuestrados recuperen la libertad, incluso cediendo en algunos puntos. Queda esperar que lo impredecible de estos actores políticos no dilate el sufrimiento de familias y secuestrados.
NO QUISIERA PENSAR que todavía queda alguien a quien no le convenga que Colombia avance hacia un nuevo proceso de paz.
Publicado El Nuevo Siglo 14-01-2007
Publicado www.lapalabradigital.com
Las imágenes de la liberación fueron de nudo en la garganta para los colombianos. Y no es para menos, pues el grueso de la opinión pública se mueve por sentimientos y no por cálculos, y la búsqueda de la libertad, afortunadamente, sigue despertando la solidaridad de todos.
Los actores principales de la liberación, sin embargo, siguen en un juego de ajedrez político. La última partida la había ganado Uribe con un jaque mate maestro. El buen funcionamiento del ICBF y de la Defensoría del Pueblo, paradójicamente dos entidades del Estado que las FARC combate hace cuarenta años, permitió que el niño pasara de manos de los captores a manos institucionales para recibir la atención y los cuidados necesarios. Y las FARC, que esperaban un show mediático sin precedentes con la entrega del niño, le quedaron mal a Chávez y a la opinión pública internacional. El golpe fue cobrado por el gobierno nacional como propio.
Pero ante la amenaza de perder a uno de sus más importantes aliados, las FARC repuntaron y procedieron a la liberación de Clara y Consuelo. Punto para Chávez. Mediáticamente fue menos de lo esperado por Chávez y las FARC, pero no desaprovecharon de todas formas para construir imaginarios. Los miembros de las FARC se pusieron los camuflados nuevos para la cita y la magia de la cámara también hizo que la guerrilla despidiera de beso a las que hasta ese momento mantenían en cautiverio. Chávez no desaprovechó el repechaje. Vistió la recepción de las liberadas con protocolo diplomático y, con bandera colombiana incluida en el decorado, hasta cantó el himno de Colombia. Y no faltó el niño cargado en brazos.
Chávez, ciclotímico por naturaleza, esta vez envió un mensaje de cercanía y solidaridad, que luego fue correspondido por el agradecimiento manifestado por Uribe. ¿Qué sigue? Movidas por Chávez y Piedad, las FARC han iniciado un proceso de liberaciones. Se podrían dar sucesivas liberaciones con las que las FARC buscarían verse “humanitarias” ante la opinión pública. Seguramente buscarán esto. Mientras Uribe siga en tono de estadista (puede cambiar en cualquier momento) podrá ver los beneficios de mediano plazo que significa que los secuestrados recuperen la libertad, incluso cediendo en algunos puntos. Queda esperar que lo impredecible de estos actores políticos no dilate el sufrimiento de familias y secuestrados.
NO QUISIERA PENSAR que todavía queda alguien a quien no le convenga que Colombia avance hacia un nuevo proceso de paz.
Publicado El Nuevo Siglo 14-01-2007
Publicado www.lapalabradigital.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario