19 de enero de 2008

Discutamos la Gran Colombia

En su ofensiva de injerencia política en Colombia, Chávez ha hecho varias veces referencia a la “Gran Colombia”. Incluso, explicó en diciembre la primera tentativa fracasada de la Operación Emmanuel, utilizó un mapa de Colombia y Venezuela sin límites. Para Chávez la idea de la Gran Colombia se ha vuelto casi obsesión, si bien él mismo es el primero en afectarla con la injerencia indebida y la amenaza de mayores bloqueos al intercambio comercial binacional.

Si se trata de un Reich Bolivariano, con un banana-Führer y con campos de concentración operados por las FARC o por las AUGC (Autodefensas Unidas de la Gran Colombia): No gracias! No nos sirve esa Gran Colombia. Si se trata de una unión comercial que paulatinamente se convierte en una unión política, donde priman los derechos de los ciudadanos por encima de las veleidades del o de los gobernantes de turno, donde se consolida un democracia social y liberal que impide los excesos de los nuevos caudillos o futuros caudillos de izquierda como de derecha, pues entonces sería una especie de fuga hacia adelante que ayudaría a salir del complicado momento en las relaciones binacionales.

Si una región del planeta quiere incidir en el mundo globalizado de los próximos cincuenta años debe consolidar un mercado importante y una democracia plena capaz de redistribuir la riqueza y las oportunidades. Debe combinar además la disponibilidad de recursos con, tal vez lo más importante, la creatividad de sus talentos. Colombia y Venezuela solas no cumplen totalmente con estas características. Unidas podrían convertirse en cincuenta años una unión política capaz de bridar oportunidades a todos sus ciudadanos.

En una región donde faltan estadistas, todo líder que quiera preciarse de tal característica, debería tener una idea y una propuesta de Gran Colombia. Pero ante el vacío, ha aparecido la visión de Chávez.

El mejor ejemplo es lo que Europa construyó en cincuenta años en torno a tres pilares: el pilar comercial, el primero y que permite la construcción de confianza, el pilar de las relaciones internacionales y la defensa comunes, difícil sin la confianza construida a través de las relaciones comerciales, y, el pilar de la política interior y la justicia. Con estos pilares es posible comenzar a construir una sociedad de destino común.

A largo plazo, la única manera de terminar definitivamente con la amenaza de una confrontación binacional que vuelve a despertar con la actitud de Chávez y con el desequilibrio creciente en armamento estratégico, será el trámite de los conflictos desde adentro que permitiría alguna forma política seria de Unión Andina o de Gran Colombia.

Mientras tanto, NO QUISIERA PENSAR, que con la situación actual, los estrategas del Ministerio de Defensa no están tomando las medidas necesarias para reforzar en materia de doctrina, esquema de armas y dispositivo el escenario de una confrontación externa.

Publicado El Nuevo Siglo 21-01-2008
Publicado
www.lapalabradigital.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

en toda esta situación entre Colombia y Venezuela me pregunto: ¿por que los demás presidentes de América latina no han intentado mediar?, demostrando con ello que si es posible construir una opción de centro en Latinoamerica alejada de los radicalismos, con esto se verían fortalecidos mucho más que lo que buscan fortalecerse Uribe o Chávez y además le harían un gran aporte a la política Latinoamericana

Anónimo dijo...

Definitivamente el pensar en una integracion de los paises bolivarianos necesita de una madurez en las sociedades, que entiendad sin resquemores los beneficios de unos obgetivos comunes que veneficien a los ciudadanos y no a los lideres que en el momento esten al frente del destino de los paises. Por lo pronto lo unico que cabe es el total rechazo a las ingerencias y propositos del payaso de Chavez .Y como lo dijo el presidente Uribe " el pueblo venezolano merece respeto" por lo que no debemos hacerle el juego a tan destructiva propuesta.