Samuel Moreno puede ser el próximo alcalde de Bogotá. Hasta ahora ha demostrado con habilidad la mejor estrategia política. Ganó bien la consulta interna del Polo, con los apoyos del sector más pragmático y del ala más radical, que aplicó la lógica de Francisco Mosquera según la cual los grandes ríos no sólo se hacen con aguas cristalinas. Estos grupos hicieron una mejor lectura de la forma de ganar jugando la carta de exacerbar la aversión que existe a quedar inscrito en el Polo en simpatizantes de centro-político e independientes.
Pero Samuel ahora esta aglutinando más allá de la izquierda radical y los sectores pragmáticos. Maria Emma, Parmenio, Petro, Navarro y De Roux serían decisivos a la hora de atraer el voto de opinión y contribuir a la solidez programática. Una parte del liberalismo, principalmente la base, no tendrá complejo para tomar la vía de Samuel. También se acercarán conservadores, unos rosaristas amigos de vieja data de Samuel, otros amigos de Maria Eugenia Rojas de tiempos de Belisario. Hasta uno que otro uribista lo acompañaría, a pesar del llamado al orden por parte del Presidente al partido de la U, pues el debate local se está apartando de la polarización nacional. La estrategia de Samuel se parece a la de Mitterrand en 1981 que, camino a la presidencia de Francia, primero aglutinó la izquierda y después unió a su aspiración sectores de centro y hasta algunos de derecha.
Un tema por analizar es el rápido crecimiento de Samuel. Seguela, el estratega de Mitterrand, sostenía que había que ser preciso en el tempo y sobrepasar al opositor en el momento oportuno, ni antes ni después. Planeado o no, fue el caso de Garzón y de Mockus II. Pero la encuesta reciente, positiva para Samuel, a más de dos meses de la elección, ya ha debido permitir al equipo de Peñalosa hacer un replanteamiento.
Samuel gana si mantiene la izquierda unida, brindando espacio real a todos sus sectores, históricos o de opinión. Si termina de seducir a la base liberal y consolida el apoyo conservador, que podría tener la tentación de hacerse contar con Leyva. Pero lo más importante es desarrollar la campaña de opinión, sustentada en propuestas sólidas y un equipo técnicamente competitivo. Hasta ahora los sectores de opinión, que finalmente eligen alcalde en Bogotá, no tienen todos los elementos para valorar lo que Samuel puede significar. Los que hoy consideran antipático a Peñalosa, podrían cambiar de posición. La clave del triunfo de Samuel está en la dinámica de conquista de la opinión. Como Lucho en 2003. Incluso, si lograra vencer con un “sinfalla” de los grupos pragmáticos y con exitosas alianzas políticas, los sectores independientes y de opinión serán claves para contrarrestar apetitos burocráticos postelectorales y para gobernar. La gobernabilidad de Bogotá dependería de las “justas proporciones” en la conformación del equipo de gobierno de Samuel.
Publicado El Nuevo Siglo 20-08-2007
Pero Samuel ahora esta aglutinando más allá de la izquierda radical y los sectores pragmáticos. Maria Emma, Parmenio, Petro, Navarro y De Roux serían decisivos a la hora de atraer el voto de opinión y contribuir a la solidez programática. Una parte del liberalismo, principalmente la base, no tendrá complejo para tomar la vía de Samuel. También se acercarán conservadores, unos rosaristas amigos de vieja data de Samuel, otros amigos de Maria Eugenia Rojas de tiempos de Belisario. Hasta uno que otro uribista lo acompañaría, a pesar del llamado al orden por parte del Presidente al partido de la U, pues el debate local se está apartando de la polarización nacional. La estrategia de Samuel se parece a la de Mitterrand en 1981 que, camino a la presidencia de Francia, primero aglutinó la izquierda y después unió a su aspiración sectores de centro y hasta algunos de derecha.
Un tema por analizar es el rápido crecimiento de Samuel. Seguela, el estratega de Mitterrand, sostenía que había que ser preciso en el tempo y sobrepasar al opositor en el momento oportuno, ni antes ni después. Planeado o no, fue el caso de Garzón y de Mockus II. Pero la encuesta reciente, positiva para Samuel, a más de dos meses de la elección, ya ha debido permitir al equipo de Peñalosa hacer un replanteamiento.
Samuel gana si mantiene la izquierda unida, brindando espacio real a todos sus sectores, históricos o de opinión. Si termina de seducir a la base liberal y consolida el apoyo conservador, que podría tener la tentación de hacerse contar con Leyva. Pero lo más importante es desarrollar la campaña de opinión, sustentada en propuestas sólidas y un equipo técnicamente competitivo. Hasta ahora los sectores de opinión, que finalmente eligen alcalde en Bogotá, no tienen todos los elementos para valorar lo que Samuel puede significar. Los que hoy consideran antipático a Peñalosa, podrían cambiar de posición. La clave del triunfo de Samuel está en la dinámica de conquista de la opinión. Como Lucho en 2003. Incluso, si lograra vencer con un “sinfalla” de los grupos pragmáticos y con exitosas alianzas políticas, los sectores independientes y de opinión serán claves para contrarrestar apetitos burocráticos postelectorales y para gobernar. La gobernabilidad de Bogotá dependería de las “justas proporciones” en la conformación del equipo de gobierno de Samuel.
Publicado El Nuevo Siglo 20-08-2007
Publicado www.lapalabradigital.com
1 comentario:
Samuel gana si es claro y preciso a la hora de proponer soluciones para los problemas estructurales que de vieja data padece Bogota
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