La opinión quedó confundida con la excarcelación de más de cien guerrilleros de las FARC. Uribe y las FARC aún deben estar esperando ganar algo en todo esto. Qué es lo que está en juego o vale tanto para uno y otro?
En Palacio han dicho que esperan un gesto similar de las FARC. Hay que otorgar el beneficio de la duda y pensar que esa es una expectativa posible, así importantes aliados del Presidente estén, al contrario, tildando la excarcelación de frivolidad.¿Qué es tan preciado para el Presidente que le permite soportar, casi sin revirar, la dura crítica de aliados y de la opinión pública calificada?. Lo que en realidad busca Uribe es espacio político y tiempo frente al problema que más lo afecta hoy: la parapolítica. En algunas semanas no sería extraño que se dé lo que el Director de Human Rigths Watch para América Latina, Jose Miguel Vivanco y hasta el candidato demócrata Barack Obama, han advertido como peligroso para la democracia colombiana: que Uribe proponga que así como tuvo un gesto humanitario con los guerrilleros liberados, no debería verse inconveniente en proceder de la misma manera con los parapolíticos. Uribe aspiraría así a romper la dinámica de un proceso que le ha generado las mayores presiones nacionales e internacionales a su gobierno y que por momentos ha amenazado con volverse insostenible. Por supuesto que con los parapolíticos sin proceso, la Corte Suprema y la opinión podrán sentir que no tiene sentido continuar con el mismo; esta excarcelación dejaría el esfuerzo de la justicia sin sentido práctico. Y eso es lo que aparentemente más convendría a Palacio de cara a los tres años que quedan de gobierno.
Para las FARC lo que ha estado en juego es la recuperación de su visibilidad internacional y la posibilidad de ganarle un pulso político a Uribe. Luego de haber sido seriamente afectadas por la política de seguridad y de haber sido presentadas como derrotadas (el Comandante Padilla se refirió al “fin del fin”), estarían apareciendo de nuevo como un actor con fuerza militar suficiente para mantener secuestrados políticos y que además negocia directamente con una potencia como Francia, al margen del mismo gobierno nacional. La acción de Uribe le está dando nuevos bríos políticos a las FARC. Y si además fueran audaces y concretaran intercambiar a Ingrid por que la Unión Europea los retire de la lista de organizaciones terroristas, habrán logrado en unas semanas el golpe político más importante en mucho tiempo. La paradoja es que el retorno de las FARC a la visibilidad política, podría hacer de nuevo verosímil la hipótesis de la negociación.
Para Enrique de Navarra fue claro que “París bien vale una misa”. Para Uribe, parecería que liberarse del fantasma de la parapolítica bien vale una frivolidad. Para las FARC, la nueva visibilidad política, ¿bien vale la liberación de Ingrid?
Publicado El Nuevo Siglo 11-06-2007
Publicado www.lapalabradigital.com
En Palacio han dicho que esperan un gesto similar de las FARC. Hay que otorgar el beneficio de la duda y pensar que esa es una expectativa posible, así importantes aliados del Presidente estén, al contrario, tildando la excarcelación de frivolidad.¿Qué es tan preciado para el Presidente que le permite soportar, casi sin revirar, la dura crítica de aliados y de la opinión pública calificada?. Lo que en realidad busca Uribe es espacio político y tiempo frente al problema que más lo afecta hoy: la parapolítica. En algunas semanas no sería extraño que se dé lo que el Director de Human Rigths Watch para América Latina, Jose Miguel Vivanco y hasta el candidato demócrata Barack Obama, han advertido como peligroso para la democracia colombiana: que Uribe proponga que así como tuvo un gesto humanitario con los guerrilleros liberados, no debería verse inconveniente en proceder de la misma manera con los parapolíticos. Uribe aspiraría así a romper la dinámica de un proceso que le ha generado las mayores presiones nacionales e internacionales a su gobierno y que por momentos ha amenazado con volverse insostenible. Por supuesto que con los parapolíticos sin proceso, la Corte Suprema y la opinión podrán sentir que no tiene sentido continuar con el mismo; esta excarcelación dejaría el esfuerzo de la justicia sin sentido práctico. Y eso es lo que aparentemente más convendría a Palacio de cara a los tres años que quedan de gobierno.
Para las FARC lo que ha estado en juego es la recuperación de su visibilidad internacional y la posibilidad de ganarle un pulso político a Uribe. Luego de haber sido seriamente afectadas por la política de seguridad y de haber sido presentadas como derrotadas (el Comandante Padilla se refirió al “fin del fin”), estarían apareciendo de nuevo como un actor con fuerza militar suficiente para mantener secuestrados políticos y que además negocia directamente con una potencia como Francia, al margen del mismo gobierno nacional. La acción de Uribe le está dando nuevos bríos políticos a las FARC. Y si además fueran audaces y concretaran intercambiar a Ingrid por que la Unión Europea los retire de la lista de organizaciones terroristas, habrán logrado en unas semanas el golpe político más importante en mucho tiempo. La paradoja es que el retorno de las FARC a la visibilidad política, podría hacer de nuevo verosímil la hipótesis de la negociación.
Para Enrique de Navarra fue claro que “París bien vale una misa”. Para Uribe, parecería que liberarse del fantasma de la parapolítica bien vale una frivolidad. Para las FARC, la nueva visibilidad política, ¿bien vale la liberación de Ingrid?
Publicado El Nuevo Siglo 11-06-2007
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