17 de noviembre de 2008

AUV y DMG: ¿misma pirámide?

Pensaba escribir sobre lo incomprensible que resulta que la seguridad democrática, con logros tan importantes en seguridad rural, en debilitamiento de la guerrilla y disminución de la acción paramilitar y en disminución del secuestro, no sea eficaz frente al más grande riesgo para los colombianos de clase media y media baja desde que la guerrilla rondaba las ciudades: la estafa. Pero luego del debate del 14 de noviembre en la W entre el presidente Alvaro Uribe Vélez y la cabeza de DMG, David Murcia Guzmán, quedan reflexiones obligadas.


Estamos frente a dos personajes que llegan a la audiencia a través del lenguaje coloquial que, original o no, es el centro de sus respectivas estrategias de comunicación. Más allá de esa similitud hay que mirar el significado de ambos en la Colombia de hoy. AUV será recordado como el hombre frentero, “cargado de tigre”, para el que todo valió en la búsqueda de sus propósitos y de los de sus cercanos. Combinó audacia y aversión al riesgo (el propio y el del país), con una gran capacidad de comunicación y un trabajo de filigrana jurídica y legal para, en algunos casos al filo de la ley, cambiar articulitos cuando fue necesario. El que escucha a DMG reconoce la misma audacia del outsider que fue AUV, como los mismos códigos de comunicación exitosos. En lo jurídico, sustentado en el trabajo de filigrana de sus asesores, DMG no ha tenido complejo para decir que “no nos han encontrado nada”.


AUV y DMG son íconos del talante del nuevo colombiano: arrojados, audaces, emprendedores, frenteros, temerarios, devotos y patriotas; altamente motivados al logro fácil, para ellos todo es posible. El fin justifica los medios. AUV se ha apegado a la trilogía “Dios, patria y seguridad democrática” y a “trabajar, trabajar y trabajar”. DMG pide simplemente, lo que cae bien a cualquier colombiano en informalidad, “que los dejen trabajar”. Para ellos valen las emociones más que los argumentos; por ello entienden la importancia de, frente a la opinión, ser víctimas de los medios. Años atrás AUV fustigaba al aire a Alejandro Santos; DMG pide hoy a Julito que sea más cuidadoso con “el personal que contrata” (Félix de Bedout). A AUV le ha funcionado bien ser víctima de todos los que disienten de sus posiciones y actos de gobierno: “es que no lo dejan gobernar”, dice el colombiano medio. DMG dice hoy: “no nos dejan trabajar”.


La relación entre AUV y DMG no se limitaría sólo a que, según DMG, un hijo de AUV acudió a sus empresas buscando financiación para un proyecto. La relación social entre ambos es estructural. Por ello cabe preguntarse si, en un esquema social piramidal, AUV es la cabeza de una nueva estructura de valores de los colombianos y DMG no es más que uno de los mejores productos de esta pirámide de valores de la era AUV. Ojalá esté equivocado.

Publicado El Nuevo Siglo 17-11-2008
Publicado www.lapalabradigital.com
Publicado www.palabranet.net

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