En 2008 iniciará la campaña presidencial de 2010. De cómo termine el posicionamiento de cada candidato en 2008, dependerán sus posibilidades y sus estrategias para 2009.
En 2000-2001 el candidato Uribe había organizado una estrategia de reuniones comunitarias por todo el país. No sólo sembraba su discurso y conseguía multiplicadores, sino que prefiguraba lo que sería su estilo de gobierno a través de consejos comunitarios. Cuando el hasta entonces poco conocido ex-gobernador de Antioquia comenzó a despegar en las encuestas, ya su discurso rondaba en una gran cantidad de municipios. El resto de esa campaña presidencial y lo que siguió es bastante conocido.
De la misma manera, 2008 será un año de posicionamiento político para la próxima elección presidencial. Con esta perspectiva habrá que leer los movimientos de los presidenciables y los de sus amigos. Se pensaba que sería un año sabático, pero ya no tendrá lugar el tradicional año en Harvard o en Oxford, para mejorar o practicar el inglés, o bien para acreditar un valorado diploma de esas universidades, incluso con el curso más banal.
Algunos aprovecharan su posición en el gobierno para reforzar su visibilidad y para consolidar su imagen le apostarán a los éxitos y golpes de opinión en los temas de sus carteras (defensa, vicepresidencia, hacienda) o a la imitación de los ademanes presidenciales (Uribito). Otros tendrán en su trabajo desde el Congreso la posibilidad de crecer en favorabilidad (Vargas Lleras, Marta Lucía, Petro). Los embajadores tendrán la dificultad de la lejanía y tendrán que acomodarse a lo que pasa “adentro”, si bien sus amigos estarán impulsando sus nombres para que sean incluidos en las barajas y encuestas presidenciales (Casos Noemí y Sabas).
Los ex-alcaldes Lucho y Fajardo ya partieron en punta. Garzón inició el proceso con una reconocida gestión en Bogotá. Su libro y entrevistas recientes fueron leídos como su lanzamiento. 2008 será para Lucho la definición del camino a seguir, al interior del Polo o con un “partido de la calle”. Una verdadera consulta abierta Gaviria-Lucho podría ser la garantía para que Garzón juegue con el Polo. Fajardo, elegido mejor alcalde del país, ya anunció que recorrerá el país, como Uribe 2000-2001, y hablará a los oyentes de Caracol radio. Finalmente, los candidatos liberales harán el trabajo desde “la calle”. Rafael Pardo y Rodrigo Rivera, sin mandato, ni cargo, deberán buscar su posicionamiento desde la opinión pública.
La perspectiva de una presidencia de ocho años obliga a tomar un impulso mayor en las campañas. Por ello la carrera inicia en serio dos años antes de la elección. En 2008 se disputará la “pole position” presidencial, la cual, considerando la cantidad y calidad de los candidatos, podría ser determinante para llegar a la Casa de Nariño.
Publicado www.lapalabradigital.com
En 2000-2001 el candidato Uribe había organizado una estrategia de reuniones comunitarias por todo el país. No sólo sembraba su discurso y conseguía multiplicadores, sino que prefiguraba lo que sería su estilo de gobierno a través de consejos comunitarios. Cuando el hasta entonces poco conocido ex-gobernador de Antioquia comenzó a despegar en las encuestas, ya su discurso rondaba en una gran cantidad de municipios. El resto de esa campaña presidencial y lo que siguió es bastante conocido.
De la misma manera, 2008 será un año de posicionamiento político para la próxima elección presidencial. Con esta perspectiva habrá que leer los movimientos de los presidenciables y los de sus amigos. Se pensaba que sería un año sabático, pero ya no tendrá lugar el tradicional año en Harvard o en Oxford, para mejorar o practicar el inglés, o bien para acreditar un valorado diploma de esas universidades, incluso con el curso más banal.
Algunos aprovecharan su posición en el gobierno para reforzar su visibilidad y para consolidar su imagen le apostarán a los éxitos y golpes de opinión en los temas de sus carteras (defensa, vicepresidencia, hacienda) o a la imitación de los ademanes presidenciales (Uribito). Otros tendrán en su trabajo desde el Congreso la posibilidad de crecer en favorabilidad (Vargas Lleras, Marta Lucía, Petro). Los embajadores tendrán la dificultad de la lejanía y tendrán que acomodarse a lo que pasa “adentro”, si bien sus amigos estarán impulsando sus nombres para que sean incluidos en las barajas y encuestas presidenciales (Casos Noemí y Sabas).
Los ex-alcaldes Lucho y Fajardo ya partieron en punta. Garzón inició el proceso con una reconocida gestión en Bogotá. Su libro y entrevistas recientes fueron leídos como su lanzamiento. 2008 será para Lucho la definición del camino a seguir, al interior del Polo o con un “partido de la calle”. Una verdadera consulta abierta Gaviria-Lucho podría ser la garantía para que Garzón juegue con el Polo. Fajardo, elegido mejor alcalde del país, ya anunció que recorrerá el país, como Uribe 2000-2001, y hablará a los oyentes de Caracol radio. Finalmente, los candidatos liberales harán el trabajo desde “la calle”. Rafael Pardo y Rodrigo Rivera, sin mandato, ni cargo, deberán buscar su posicionamiento desde la opinión pública.
La perspectiva de una presidencia de ocho años obliga a tomar un impulso mayor en las campañas. Por ello la carrera inicia en serio dos años antes de la elección. En 2008 se disputará la “pole position” presidencial, la cual, considerando la cantidad y calidad de los candidatos, podría ser determinante para llegar a la Casa de Nariño.
Publicado www.lapalabradigital.com