15 de octubre de 2007

¿Quo vadis, Uribe?

La pregunta que hay que hacerse ahora es ¿A dónde va Uribe? ¿Cuáles son las razones de los últimos acontecimientos con los que se ha impactado a la opinión pública? Hay que saber que los actores políticos casi siempre actúan buscando “efectos colaterales”. Detrás de cada frase o de cada acción el actor político ya ha visualizado las reacciones de otros actores y ha debido analizar cuatro o cinco jugadas más adelante. Como cualquier jugador normal de ajedrez.

El pronunciamiento del Presidente contra la Corte Suprema de Justicia fue el hecho más impactante de la semana pasada. Desde Palacio se ha hablado de complot de magistrados de la Corte. Esto ocurrió en momentos en que se vislumbraba el llamado a indagatoria de otros políticos, también por presuntos vínculos con el paramilitarismo. Tres episodios precedían estos pronunciamientos: la filtración de las grabaciones que involucraban a los llamados “parapolíticos”; las posiciones del New York Times frente al gobierno y el libro de Virginia Vallejo que también mencionaba al Presidente. En días anteriores, la agenda pública había sido copada por Chávez y Piedad Córdoba en el tema del acuerdo humanitario, opacando al gobierno nacional. El Presidente llevaba varias semanas a la defensiva.

¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Son puras coincidencias? ¿Alguien ha buscado indisponer deliberadamente al Presidente con la carta que recibió de “Tasmania” y que motivó su reacción? ¿O se trata de una estrategia para que pasar de la defensiva a la ofensiva, como ya ha ocurrido en el pasado? En Colombia hay que todo más allá de las interpretaciones intuitivas. Los jugadores de la política son más perspicaces de lo que la opinión se imagina. También el anuncio de la “U”, con excepción de tres lúcidos disidentes, de promover un referendo para que Uribe sea elegido para un tercer mandato, amerita análisis contextualizado. La inmediatez de los hechos no permite excluir su conexión.

¿Habrá sido la reacción del Presidente una jugada que busca efectos varios? Con ese pronunciamiento, se pone en tela de juicio ante la opinión pública a la Corte Suprema, y se crea un ambiente para las defensas de los políticos vinculados con el paramilitarismo, al tiempo que blinda a la Presidencia de la República ante la opinión pública. Además, el tono usado por el presidente pareciera buscar una mayor sintonía con una parte de la opinión que gustan de un presidente “cargado de tigre”. Y escoger como objetivos de sus críticas también a periodistas y medios capitalinos, pone en tela de juicio a la “prensa bogotana” frente al presidente de la provincia. Eso vende en las regiones. ¿Cuál será entonces en este contexto la pretensión de la noticia de buscar un tercer mandato? Tal vez habría que leerla de manera contraintuitiva.

Publicado El Nuevo Siglo 15-10-2007
Publicado
www.lapalabradigital.com

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