Bogotá Cómo Vamos es un ejercicio ciudadano de observación y seguimiento a la evolución de la calidad de vida. Es apoyado por El Tiempo, la Cámara de Comercio de Bogotá y la Fundación Corona. La Misión para la Reducción de la Pobreza es un proyecto del Departamento Nacional de Planeación dedicado analizar los mecanismos que determinan la pobreza y la desigualdad en Colombia y a diseñar políticas de largo plazo para su reducción. El jueves anterior, Bogotá Cómo Vamos y la Misión evaluaron positivamente el avance del Distrito en calidad de vida.
Ni más ni menos, el camino tomado por Bogotá para reducir la pobreza, podría inspirar una buena parte de las futuras políticas nacionales. Bogotá logró en cinco años combinar un esquema de gestión moderna y humana de los asuntos públicos, colocando en el centro de la gestión de la ciudad la llave seguridad social-seguridad ciudadana-seguridad de las finanzas públicas. El Distrito sigue fortaleciendo su responsabilidad inalienable de garantizar la libertad de los ciudadanos, para que desarrollen destrezas y utilicen su inteligencia, en las menores condiciones de riesgo posible.
Entre 2000 y 2005 Bogotá logró bajar la indigencia de 14% a 4,5%. La población pobre, que no accede a la canasta básica de bienes y servicios, pasó de 46% al 28,5%. La explicación técnica de estos avances no es unimodal, más aquí está presente la mano visible del Estado, que en Bogotá se ha notado. Han sido claves Bogotá sin Hambre y los programas para incentivar la permanencia de niños y jóvenes en el sistema educativo a través de la gratuidad y de la prevención de la deserción escolar. Seguridad alimentaria-Educación segura es la llave que Bogotá está forjando para abrir las puertas y empezar a salir de la pobreza.
Estos logros en la lucha contra la exclusión social se suman a los logros en seguridad ciudadana y en la consolidación de esquemas de financiación de la política pública. En el primer tema, la ciudad sigue avanzando en el control de los homicidios y de los delitos de alto impacto. No debe significar esto que hay que bajar la guardia por ejemplo frente al hurte a personas, a los riesgos derivados del conflicto armado (desmovilización y desplazamiento) o al desarrollo de redes mafiosas. En el segundo tema, la ciudad ha consolidado sus finanzas públicas y además se ha dotado de activos prometedores, caso Ecogás, que dejan hacer buenos augurios sobre la financiación futura de los programas sociales.
Y no hay que olvidar que una especie de gobernabilidad no formalizada ha permitido que los éxitos de Garzón en política social y seguridad, se hayan sumado a la continuidad de logros de las administraciones anteriores.
Addenda: Bush no recibió las llaves de la ciudad. Interesa más saber qué candidata o candidato recogerá estas llaves y las utilizará bien en 2008, o aún quién hará la mejor copia para el país en 2010.
Publicado El Nuevo Siglo 19-03-2007
Ni más ni menos, el camino tomado por Bogotá para reducir la pobreza, podría inspirar una buena parte de las futuras políticas nacionales. Bogotá logró en cinco años combinar un esquema de gestión moderna y humana de los asuntos públicos, colocando en el centro de la gestión de la ciudad la llave seguridad social-seguridad ciudadana-seguridad de las finanzas públicas. El Distrito sigue fortaleciendo su responsabilidad inalienable de garantizar la libertad de los ciudadanos, para que desarrollen destrezas y utilicen su inteligencia, en las menores condiciones de riesgo posible.
Entre 2000 y 2005 Bogotá logró bajar la indigencia de 14% a 4,5%. La población pobre, que no accede a la canasta básica de bienes y servicios, pasó de 46% al 28,5%. La explicación técnica de estos avances no es unimodal, más aquí está presente la mano visible del Estado, que en Bogotá se ha notado. Han sido claves Bogotá sin Hambre y los programas para incentivar la permanencia de niños y jóvenes en el sistema educativo a través de la gratuidad y de la prevención de la deserción escolar. Seguridad alimentaria-Educación segura es la llave que Bogotá está forjando para abrir las puertas y empezar a salir de la pobreza.
Estos logros en la lucha contra la exclusión social se suman a los logros en seguridad ciudadana y en la consolidación de esquemas de financiación de la política pública. En el primer tema, la ciudad sigue avanzando en el control de los homicidios y de los delitos de alto impacto. No debe significar esto que hay que bajar la guardia por ejemplo frente al hurte a personas, a los riesgos derivados del conflicto armado (desmovilización y desplazamiento) o al desarrollo de redes mafiosas. En el segundo tema, la ciudad ha consolidado sus finanzas públicas y además se ha dotado de activos prometedores, caso Ecogás, que dejan hacer buenos augurios sobre la financiación futura de los programas sociales.
Y no hay que olvidar que una especie de gobernabilidad no formalizada ha permitido que los éxitos de Garzón en política social y seguridad, se hayan sumado a la continuidad de logros de las administraciones anteriores.
Addenda: Bush no recibió las llaves de la ciudad. Interesa más saber qué candidata o candidato recogerá estas llaves y las utilizará bien en 2008, o aún quién hará la mejor copia para el país en 2010.
Publicado El Nuevo Siglo 19-03-2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario