Acaba de terminar el Foro Urbano Mundial 10 de Abu Dhabi, el primero de la Década de Acción para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, por eso mismo, la oportunidad para discutir e identificar nuevos compromisos y nuevas perspectivas para su logro a nivel global a través de las ciudades.
El FUM es la más importante conferencia global sobre desarrollo urbano. En esta ocasión acogió, del 8 al 13 de febrero, a más de 13,000 participantes, con cerca de 170 países representados. El foro permitió conversaciones y debates en más de 500 eventos sobre el espectro de oportunidades y desafíos presentes en las ciudades. La discusión general tuvo una coherencia en torno a la idea de la ciudad como un espacio de oportunidades, conectando cultura e innovación.
Para América Latina y el Caribe, el Foro fue una oportunidad para fortalecer su articulación con redes e iniciativas globales en áreas clave para los desafíos de la región. Y vale la pena destacar algunos de los puntos y experiencias planteados desde la región.
Desigualdad y exclusión urbana siguen siendo temas cruciales para la región. Por ejemplo, el Estado de Alagoas, Brasil, mostró cómo es posible aplicar nuevas metodologías de trabajo a nivel micro-territorial para identificar y caracterizar a las familias más pobres en barrios precarios, para facilitar su acceso a la oferta social del estado como paso necesario hacia su inclusión social y económica. Lideresas latinoamericanas plantearon en la Asamblea de Mujeres formas concretas para planear ciudades con perspectiva de género y para identificar y superar las barreras que impiden su empoderamiento en los procesos de desarrollo urbano. Más y mejor comunicación sobre paridad de género, formación de nuevos liderazgos femeninos y dar centralidad a la economía del cuidado, han sido planteamientos clave hechos por las mujeres latinoamericanas en el FUM.
La red de trabajo de personas con discapacidad también avanzó, con buena representación de América Latina desde donde se sostuvo que las ciudades inclusivas deben eliminar toda forma de discriminación e integrar la accesibilidad universal como un principio básico de la gestión local, recordando que personas con discapacidad representan un 15% de la población mundial.
Otro hecho de gran interés para América Latina y el Caribe ha sido la serie de eventos que han propuesto una mayor participación del sector privado en la implementación de la Nueva Agenda Urbana y de los ODS. La Asamblea del sector privado exploró cuatro formas en las cuales este puede participar en el logro de una urbanización sostenible a escala: Inversión, co-creación, abogacía conjunta y adopción de normas y estándares de sostenibilidad. La Unión Interamericana para la Vivienda-UNIAPRAVI y la Alianza Smart Latam, representadas en Abu Dhabi, portaron la voz de la región en ese sentido.
En el mismo sentido, uno de los asuntos más novedosos del foro fue el lanzamiento de la Plataforma de Inversión en Ciudades (Cities Investment Platform), la cual en su versión inicial cumplió con la propuesta de conectar inversionistas con proyectos urbanos integrados propuestos desde las ciudades. Sendos proyectos de México y Brasil fueron presentados, mientras que representantes de Ecuador, Colombia, Argentina y otros países vieron en las Operaciones Urbanas Integrales propuestas por ONU-Habitat, un modelo apropiado para promover nuevos esquemas de finanzas combinadas (públicas y privadas) en el sector del desarrollo urbano sostenible.
Gobiernos locales de América Latina y el Caribe estuvieron representados a través de asociaciones como Mercociudades y Metrópolis, además de participaciones destacadas como las de Bogotá, Montevideo, Acapulco, Sao Paulo, Tandil (Provincia de Buenos Aires), entre otras. En la asamblea de gobiernos locales y regionales, América Latina contribuyó con la perspectiva del derecho a la ciudad, y a la vez planteó la necesidad de combinar aspectos de la transformación digital con aspectos tradicionales de la ciudad, para lograr una ciudad integrada y sostenible.
Igualmente, a través de San Justo, Tandil (Argentina) y Acapulco (México), las ciudades de América Latina estuvieron representadas en los nuevos compromisos para desarrollar Revisiones Voluntarias Locales sobre el avance de los ODS a nivel local. Sería de esperar que a través de las asociaciones regionales (Mercociudades, FLACMA, etc), este ejemplo se pueda incrementar geométricamente en los próximos años.
La asamblea de ministros de vivienda y desarrollo urbano, MINURVI, también tuvo una reunión informal liderada por la presidencia de Colombia, con el objetivo de avanzar en su plan de trabajo de 2020 hacia la implementación de la Nueva Agenda Urbana en la región. En paralelo, varias entidades de la región dieron pasos en la promoción de un nuevo acuerdo urbanistico latinoamericano que apoye la implementación legal de la NAU.
Ha sido destacable igualmente el lanzamiento de cinco programas bandera de ONU-Habitat para acelerar el apoyo a gobiernos nacionales y locales en sus procesos de urbanización sostenible y en el logro de los ODS. Se trata de:
- Barrios y comunidades vibrantes e inclusivas
- Ciudades inteligentes enfocadas en las personas
- Asentamientos resilientes para los más pobres en las ciudades
- ODS Ciudades
- Ciudades incluyentes: El impacto positivo de la migración urbana
Actores de América Latina tuvieron participación fundamental en las discusiones de todos los programas bandera. Cabe destacar aquí el involucramiento de instituciones de México para promover ODS Ciudades, así como el impulso desde Mercociudades. Ambas instancias han visto el programa ODS ciudades como una pieza clave para acelerar el logro de los ODS en toda la región durante la Década de Acción que inicia.
Igualmente, dada la coyuntura regional que incluye importantes procesos y retos de movilidad humana, tanto en América del Sur (la migración venezolana) como en América Central (la migración centroamericana a USA vía México), el programa de Ciudades Incluyentes ha despertado el mayor de los intereses en los países de la región, ya que puede ser una sombrilla internacional para promover mayor apoyo de la comunidad internacional a los gobiernos locales que reciben migrantes o que ven partir a su población dadas las condiciones limitantes al desarrollo sostenible que las aquejan.
Como comentario final vale resaltar que se ha consolidado la perspectiva de una Nueva Agenda Urbana aceleradora de los ODS. Esta perspectiva ha sido muy bienvenida desde América Latina y el Caribe dada la necesidad de crear sinergias prácticas y optimizar recursos a través de pasarelas y conexiones entre las agendas globales de desarrollo. En el FUM11 de Katowice, Polonia, en 2022 sabremos qué tanto habremos avanzado en este y todos los temas…
Río de Janeiro, Febrero 28 de 2019